Las palabras

Nos quitaron las palabras
mientras nos abrazábamos buscando un refugio
falso / impuesto
y destruíamos (por separado)
las estructuras equivocadas.
Palabras enormes o palabritas,
nos las quitaron.
Algunas fueron robadas.
Otras, horadado su contenido
/imposible utilizarlas.
Les cambiaron el sentido
y ya no se usan para nombrar
aquello por lo que nacieron.
Las palabras que son el reflejo
del mundo que pisamos,
la expresión -una más- de la realidad
que construimos
o que nos construyen
(no para nosotros sino a pesar nuestro)
nos han sido negadas.
Aquí estamos, entonces, en combate por recuperarlas.

Educación histórica del deseo

Miramos hacia atrás
intentamos comprender
concluimos que/
nos sabemos como/
rescatamos vida del pasado
evitamos la cicuta en el presente
no para vivir el primero
ni para ignorar el último

nos posicionamos en
un puñado hermoso de trincheras
educamos con amor
con acción
nuestros más profundos deseos para el futuro.

Horas

Elogio de horas arrinconadas
castigadas por ser contrarias
al amo
desafiantes ellas
con sonrisas
aún durante las sesiones
paliativas
interminables.
Horas capaces de alentar cualquier rebeldía,
atrapadas flagrantes
en el delito que reivindican.
Horas que no se entregan resignadas
a los dueños de todas las horas.

Horas dedicadas a construir libertad.

Preguntita

¿Será posible
ser cada vez
menos yo
y más
nosotros?

La guerra es lo que hay

Son los tanques de guerra
y el arroz con verduras
que conviven a fuerza
de pajaritos solidarios / negros
por principio y por las dudas,

angustia de estar solos
que asfixiamos con palabras
y actos
con suspiros de mediodía o mediatarde
o tal vez de mediopelo

cuando el cuerpo duele
de tanta tristeza.