17 junio 2009

Canto I


Canta, oh niño

que juegas alegre al aire libre,
la cólera del puño que tu brazo porta
y cómo, luego que tu mente buscó solución
en las reglas y estructuras, en los hábitus civilizados,
dio aquel febril golpe al tablero
abriéndote paso, valiente, hacia la plaza de frondosos árboles.
Niños, que aún duermen apacibles
sin contemplar futuros juegos,
escuchad atentos el ejemplo;
sus puños os permitan destruir
el luctuoso tablero
que esclaviza sus miembros a la mesa
y a tal yugo se vieron sometidos
generación tras generación.
Haya, pues, hermosa libertad en su tierra
al despuntar la Aurora.



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