29 junio 2009
Frente a la tempestad
Aquellos minutos amargos
que ahorcan el cuello latente
del siervo
con sus pequeñas manos,
que son miles y son humo,
acarician también a quien se arrodilla.
Ahora alcanzan su apogeo
y rien
a carcajadas innobles
porque saben muy bien
que pertenecen a otro tiempo
del cual les fue posible escapar.
Un tiempo en el que los cuellos
no doblegaban sus esfuerzos
al plantarse abiertamente
frente a la tempestad.
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1 comentario:
jajaj donde dice identidad pusiste esa foto!
-este es mi favorito.
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